¿Qué es una histeroscopia y cuándo se realiza?

procedimiento ginecológico

El término «histeroscopia» puede sonar técnico, únicamente reservado para especialistas, pero detrás de esta palabra se encuentra un procedimiento médico que ha revolucionado el cuidado ginecológico. ¿Qué es una histeroscopia y por qué puede ser necesaria? Estas preguntas suelen surgir cuando hablamos de salud femenina, y tiene sentido querer entenderlas mejor.

Saber qué es una histeroscopia no solo nos ayuda a perder el miedo a la palabra, sino también a entender cuándo este examen se convierte en una herramienta clave para la salud. Desde síntomas como sangrados irregulares hasta problemas relacionados con la fertilidad, la histeroscopia abre la puerta a un diagnóstico temprano y a tratamientos puntuales. En este artículo, exploraremos todo lo que necesitas saber sobre esta práctica médica y por qué se ha vuelto indispensable en el campo de la ginecología.

¿Qué es una histeroscopia?

La histeroscopia es una técnica médica que permite explorar el interior de la cavidad uterina con alta precisión y de forma mínimamente invasiva. Para lograrlo, se utiliza un instrumento llamado histeroscopio, una especie de tubo fino que lleva una cámara diminuta en la punta. Este dispositivo se introduce a través de la vagina y el cuello uterino, y, gracias a que está conectado a un monitor, el médico puede observar en tiempo real el estado de las paredes uterinas y detectar posibles anomalías.

Pero la histeroscopia no es solo un vistazo al interior. Su importancia radica en que, además de ser una herramienta de diagnóstico, puede ser terapéutica. Esto significa que, en el mismo procedimiento, es posible identificar problemas como pólipos, miomas o adherencias y, si es necesario, tratarlos allí mismo. Todo esto reduciendo al mínimo las molestias y los tiempos de recuperación para la paciente.

¿Cuándo se realiza una histeroscopia?

Como estamos viendo, la histeroscopia es más que una herramienta médica; es una ventana que permite entender y tratar lo que ocurre dentro de la cavidad uterina con precisión y rapidez. Pero, ¿cuándo se realiza una histeroscopia? Este procedimiento se recomienda en varias situaciones específicas que merecen un análisis cuidadoso. Veamos los motivos más comunes:

Diagnóstico de sangrados anormales

Uno de los principales motivos por los que se solicita este procedimiento es para investigar sangrados uterinos anormales. Menstruaciones muy abundantes, sangrados entre períodos o hemorragias tras la menopausia son señales que ameritan un examen más profundo. Con una histeroscopia, el médico puede inspeccionar directamente el revestimiento uterino y detectar posibles causas, como pólipos o tejidos engrosados, lo que facilita un diagnóstico rápido y preciso.

Identificación de pólipos, miomas y adherencias

Los pólipos y los miomas son crecimientos que pueden producir dolor, irregularidades menstruales o problemas reproductivos. La histeroscopia permite no solo identificarlos, sino también eliminarlos en el mismo procedimiento si es necesario. Asimismo, puede detectar adherencias uterinas (también conocidas como sinéquias), que suelen aparecer tras cirugías previas o infecciones y pueden interferir en la fertilidad.

Estudio de problemas de fertilidad o abortos recurrentes

Para quienes enfrentan dificultades para concebir o han sufrido pérdidas gestacionales recurrentes, la histeroscopia es una potente aliada. Este procedimiento puede revelar anomalías en la forma o estructura de la cavidad uterina, como septos o adherencias, que podrían estar afectando la capacidad de lograr o mantener un embarazo.

Diferencia entre histeroscopia diagnóstica y quirúrgica

Es importante distinguir entre dos tipos de histeroscopia. La histeroscopia diagnóstica se usa exclusivamente para observar y evaluar el estado interno del útero. Por otro lado, la histeroscopia quirúrgica no solo examina, sino que también permite realizar intervenciones, como la extirpación de pólipos o la división de adherencias. Ambos enfoques comparten su carácter mínimamente invasivo y su eficacia.

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Beneficios de la histeroscopia

En el campo de la ginecología moderna, pocos procedimientos han demostrado ser tan útiles y versátiles como la histeroscopia. Pero, ¿por qué se considera una técnica clave? Aquí te contamos más sobre sus principales beneficios.

Diagnóstico preciso y detallado

Una de las razones por las que la histeroscopia ha ganado tanto reconocimiento es su nivel de precisión. A diferencia de técnicas como el ultrasonido, que proporciona imágenes indirectas, la histeroscopia permite observar directamente el interior de la cavidad uterina y, como ya hemos visto, esto facilita la identificación de problemas como pólipos, miomas, adherencias o anomalías estructurales con una claridad que otras herramientas difícilmente pueden igualar.

Procedimiento ambulatorio con menor tiempo de recuperación

Otra ventaja importante es su carácter ambulatorio. La mayoría de las histeroscopias se realizan en consultorio o en una sala de procedimientos, sin necesidad de hospitalización. Además, el tiempo de recuperación suele ser considerablemente más corto que el de una cirugía tradicional, permitiendo que las pacientes retomen sus actividades habituales en poco tiempo.

Riesgos reducidos frente a otras técnicas

En comparación con una cirugía tradicional, la histeroscopia conlleva menores riesgos. Al ser un procedimiento mínimamente invasivo, las probabilidades de complicaciones como infecciones, hemorragias o formación de cicatrices son mucho más bajas. Esto brinda tranquilidad tanto a las pacientes como a los especialistas, que confían en su seguridad cuando es realizada por un profesional capacitado.

Con un diagnóstico claro, riesgos mínimos y enormes ventajas sobre métodos más invasivos, no es de extrañar que la histeroscopia sea una recomendación recurrente entre los especialistas en salud femenina. No te lo pienses más y accede a la medicina privada de primer nivel con nuestro Seguro de Salud Aegon. Puedes calcular tu cuota y obtener más información aquí